jueves, 16 de septiembre de 2010

Pide un deseo




Con buen tiempo, caminando ya y obsesión por todo aquello que bote, ruede o pueda lanzarse (especialmente las pelotas, o como tú le dices " a ti tá") nos juntamos en el Refugio para celebrar este día. Una vela en la preciosa tarta y muchas formas de poner la boca para soplar, una y otra vez, ante la mirada y sonrisa de todos. Mientras, Pablo rebañaba el chocolate con el dedo.


Todos nos acordamos de esos cumpleaños con rebanadas de pan bimbo cortadas en triángulos (paté, jamón y queso), refrescos en vaso de plástico blanco que acababan mezclándose hasta adquirir colores no muy habituales, incluso con algún pececito (patata o corteza flotando). Esos platos llenos de chucherías y esa tarta de galletas que previamente tu madre había elaborado, con tus manos (y en mi caso también las manos de mis hermanas) revoloteando por los platos de leche donde hundías las galletas. Y nunca faltaba esa música con nuestras cintas de cassette para ponerla a todo volumen y bailar en corro con los amigos. Esa era nuestra forma de celebrar los cumpleaños y ¡qué bien lo pasábamos!.

Ahora existen muchos modelos de celebraciones para los niños: sus padres reservan mesas en bares para llevar allí la tarta, locales de fiestas infantiles con los parques de pelotas, invitar a los amigos a un McDonalds... u otras muchas opciones que para mi gusto son derroches desorbitados, pues más que una celebración infantil parecen ser una competición social. Las mesas perfectamente decoradas porque hay platos de plástico de miles de colores y temáticas. Por no decir de la montaña de regalos que los niños ya no saben ni qué abrir, ni qué le gusta más, ni con qué empezar a jugar. En mi opinión, me gusta más el modelo tradicional., donde los protagonistas sean los niños y su forma espontánea de jugar.

Pero hay algo que no cambia. El momento de las velas. Todos a coro cantando "CUMPLEAÑOS FELIZ... TE DESEAMOS TODOS...". Allí tus abuelos, tíos y primos desafinando como cosa lógica a grito alzado. Antes de soplar las velas se pide un deseo. Ahora eres muy pequeñito pero no te preocupes, ahí nos tenías a todos pidiendo por ti. Eso si, no se puede decir en alto, que entonces no se cumple.


El deseo que pido en tu primer cumpleaños es que sigas siendo tan feliz como te vemos, muestra de que tienes mucha vitalidad y alegría. Eres muy inquieto, utilizas muy bien tus estrategias de comunicación (gestos, gritos, risas, llantos, palabras) por lo que supongo que te resultará fácil aprender rápido. Y nos sigas haciendo disfrutar.

¡¡Felicidades!!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario